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Las brasas, como Dios manda.
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como Dios manda.

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Nosotros la llamamos La Nava, y es raro que nunca te hayas cruzado con ella porque su origen es, precisamente, un cruce de caminos. En este caso entre Medina del Campo, Tordesillas y Toro. Somos un pueblo tranquilo y apacible que quiere recuperar su tradición sin resignarse a unirse a la vanguardia.

Y si no te hablamos de nuestro vino rancio es porque luego venís y os lo acabáis.
Crúzate tú también en nuestro camino y seguro que volverás a La Nava.


Foto:
Miguel Sánchez González - @miguel_sanchez_gonz